¿Qué es un trauma?
Según la Asociación Americana de Psicología, "el trauma es una respuesta emocional a un suceso terrible como un accidente, un crimen o un desastre natural". El trauma es subjetivo: lo que una persona experimenta como trauma no es necesariamente trauma para otra. La mayoría de las personas reconocen como trauma sucesos como la guerra, los delitos violentos y los abusos físicos o sexuales. Pero el trauma puede ser más que eso, especialmente para un niño. El trauma también puede tener orígenes menos evidentes y manifestarse de diferentes maneras. Las personas (como los mediadores) deben tener ciertos conocimientos sobre el trauma para que la comunicación sea eficaz.
Raíces y efectos del trauma
Imagínese crecer en una casa donde uno o ambos progenitores luchan contra la drogadicción o el alcoholismo. Ninguno de los padres hace ningún daño físico al niño, pero lo que el niño oye y ve cada día es donde se produce el trauma. Por ejemplo, el trauma se produce cada vez que el niño ve a sus padres desmayados en el sofá. El niño se ve obligado a asumir la responsabilidad de vestirse para ir a la escuela, hacer sus propias comidas y encontrar la manera de sentirse cuidado y necesario. Todo esto es traumático para el niño y afecta a todos los aspectos de su vida.
En los adultos que sufrieron traumas de niños, el trauma sigue presente física, emocional y psicológicamente en esa persona. El trato con la gente y los conflictos que puedan surgir pueden ser, y muy probablemente seguirán siendo, un problema.
¿Cómo se manifiesta el trauma?
Hay cuatro formas generales en las que una persona puede responder a un trauma. Está la luchaen la que la persona reacciona de forma agresiva. Está la huidaen la que la persona huye y se esconde. Está la congelaciónen la que la persona hace cosas como ponerse auriculares y una capucha para aislarse del mundo, apoyar la cabeza en una mesa o simplemente dejar de reaccionar. La cuarta forma es cervatilloen la que una persona actúa de forma muy servil hacia otra.
Mediación basada en el trauma
Los mediadores deben ser conscientes de que el trauma pasado de alguien puede estar influyendo en sus reacciones durante un conflicto presente. En la mediación, los mediadores deben utilizar su capacidad de escucha para oír no sólo lo que se dice, sino cómo se dice y qué puede haber detrás de ello. Si, por ejemplo, una persona cede a todo lo que dice la otra parte, es posible que esté experimentando los efectos de un trauma anterior (que puede o no haber implicado a la otra parte) que le hace recurrir a su mecanismo de afrontamiento del trauma. Esto podría ser un ejemplo de una persona aduladora, que hace todo lo posible para evitar que la otra persona le ataque. El trauma puede afectar a la mediación, y los mediadores informados sobre el trauma pueden ayudar a mejorar los resultados para las partes durante la mediación.